¡Confirmado! me he convertido en la compañera oficial del insomnio, inmune a las noches que ni siquiera Gabriel García Márquez logra hacerme dormir con sus doce cuentos peregrinos. Hoy mientras venía de vuelta de las compras pensé: "Tal vez el cosmos conspira contra mí", pero ¿cómo pensar tal barbaridad? si el último tiempo no ha sido tan malo -excepto por algo puntual-. Me es difícil explicar el por qué de mis noches con los ojos abierto, pero si pudiera tomar con mis manos aquella bicicleta con el hermoso canasto y lleno de girasoles podría tomar un viaje con rumbo a Venecia y navegaría en esos botecitos por la ciudad mientras un extraño canta una canción de amor y yo cerraría mis ojos y esperaría a que se hiciera de noche y así ... quizás así podría dormir en las noches.
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