-Estoy cansada-más que antes-lloro y río mil veces al día-y quiero seguir llorando, quiero seguir gritando-
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Tati...avanza, no tropieces, yo acompaño tu andar, no te sueltes, vamos a llegar, sígueme, no aflojes, hay mucho por luchar, te quiero ¿lo recordarás?...Seguiré cada paso tuyo, no descansaré, no pestañaré, sólo sentiré. ¡Vamos! mira mis manitos que te acompañan al despertar, no te soltarán porque... quieren verte andar...
No guardo ningún recuerdo, para qué, si ya he olvidado así que ya no puedo comparar versos ni estrofas. Sólo recuerdo que no hay cambios en sus escritos, en cambio yo…Yo he cambiado todo, hasta mi letra y la forma de tomar la pluma…
El tiempo nos hace cómplice de cada momento, vivimos en tiempos difíciles y adversos y aún así seguimos en pie. La realidad de nosotros va más allá de los sentidos y es porque somos luz. Y somos muy unidos que estamos al unísono y eso es bonito. Cada letra es un detalle que nace del corazón y que invade cada palabra bonita y sencilla de esta declaración de amor. Soñamos con los ojos abierto como dice Kevin Johansen y eso nos lleva aún más allá de lo existencial, porque vivimos y sentimos ¿quién no desea eso?, es nuestra realidad y la compartimos. Seguimos siendo los mismos, tal vez un poco más fuertes y más viejos, pero la esencia la llevamos dentro en todo momento y en cada acto de amor. Si nos separamos…sería una maldad.
