Tal vez si las cosas salieran como yo quisiera, a mi manera no podría distinguir mis grandes momentos, esos que sólo yo reconozco y que nadie se atrevería a descubrir. Acá todo sigue igual, hasta el típico granito de mi rostro ha salido y creo que los únicos cambios han sido que mi cabello ahora es más oscuro y que uso brillo en mis uñas. No ha cambiado mucho mi sistema, me siguen molestando las cosas de siempre, me sigo alegrando por lo mismo y me emociono por lo de siempre. Si alguien leyera esto nadie entendería, pues eso es lo bueno, porque esto es sólo mío y nadie me diría “oye flaquita no entiendo”…Sigo siendo la observadora de siempre, distinguiendo y comparando vidas ajenas y la propia. Sigo soñando y esperando el gran día y cuando llegue ese momento abriré la ventana de la sociedad e iré a visitar a mis florcitas que tengo abandonadas. Aún sigo teniendo los mismos cuestionamientos de la vida, todavía no logro descifrar algunos, pero sólo por un asunto personal y no porque el entorno no haya facilitado las circunstancias. Cada vez más me convenzo de la poca importancia que siente y temo el rumbo que tome esto, y a veces, sólo a veces me preparo para caer, pero espero no hacerlo. ¡Sí! hay cosas (no encuentro otro sinónimo acorde a mi expresión) que realmente no debieran estar conmigo, me sobrepasan y eso hace sentirme pequeña, literalmente. El asunto es que no tengo cabida en ese lugar, y no me quiero referir a algo en específico, porque me estaría desviando del sentido de mi escrito. Y ya no puedo exigir lugar, porque ya lo pedí a gritos, pero al parecer nadie escuchó ni entendió el mensaje, así que seguiré en el mismo camino…en el de siempre. No estoy escuchando Radiohead, pero escucho algo similar, no tanto en la tendencia musical, sino más bien ambos deprimen y en mala…tal vez debería escuchar algo de Kevin Johansen para levantar los ánimos, un poco de la “Cumbia intelectual” no estaría mal...
